Cada estudiante es único, con necesidades individuales, por lo que adapto un camino de aprendizaje personalizado para cada uno, considerando sus objetivos, edad y el tiempo que tienen disponible. Siempre comparto materiales para que los estudiantes puedan revisar y estudiar de forma independiente. Aunque me resulta más fácil enseñar a adultos, también es muy posible enseñar a niños. Idealmente, cuando se enseña a niños, tener a un padre involucrado ayuda a mantener el enfoque y fomenta el aprendizaje conjunto, haciendo que la experiencia sea más efectiva. Me esfuerzo por hacer que el aprendizaje sea agradable porque hace que el proceso sea mucho más sencillo. Un aspecto particularmente atractivo es enseñar cómo los italianos usan gestos en la comunicación. Esto añade una dimensión rica, amplia y divertida a las lecciones, a menudo acompañada de anécdotas divertidas sobre malentendidos culturales. ¡Siempre es un éxito y realmente mejora la experiencia de aprendizaje!